
D, vida, tú sabes como yo que la vida que llevamos nos conduce de un lado a otro en busca de algo que no sabemos que es pero nos está llamando. Y, ¿sabes?, eso que buscamos lo encontramos aquí en cada uno, lo encontramos en el otro, la vida que nos está llamando a veces se presenta aquí, a veces se hace vida y persona en unas letras que nos hablan, en una foto, en una imagen borrosa y mal enfocada, en una traducción rápida y cuidada al tiempo.
D, vida, sabes como yo sé que a menudo la solución al cansancio es buscar la vida en la compañía, es hacerse compañía y energía en unas palabras agradables, en un guiño a tiempo, en una sonrisa que solo el otro entiende, vida que el otro solo entiende.
Quizá esa vida sea esta carta, quizá este darse sea darte, quizá hacerse feliz sea sonreírse, quizá no queda otro remedio que quererse de un modo u otro, con o sin medida, pero quererse, y que derriben el mundo y hagamos sobre las cenizas nuestra casa, y entonces ya darse cuenta de que todo tiene sentido, de nuevo tiene todo sentido, todo tiene
amor.
(c) del texto: Santiago Tena, 2008.
Imagen tomada de http://es.passado.com/blogEntry.aspx?entry_id=204117.